Del Libro la Encarnación y Desencarnación. Cada Botón nos sitúa en el número de fragmento correspondiente.
1–Fin de un Programa de trabajo
La Desencarnación es el término o fin de un programa de trabajo, el momento en que el Ser Espiritual se separa de su envoltura física y se rompe toda relación energética con ella. El desencarnar no se produce aún cuando las constantes vitales son cero, cuando el corazón deja de latir y el encefalograma no registra ninguna vibración. Mientras la relación energética no haya sido cortada, la posibilidad de «resucitar» puede darse.
El primer paso de la desencarnación es el repliegue de las energías de las extremidades del cuerpo físico. Todas las células están impregnadas de energía anímica (del Alma) y energía intelectiva (del Espíritu), que dan soporte y alientan a la energía vital del cuerpo físico, que languidecen cuando las células físicas no tienen el apoyo de las energías espirituales.
El repliegue se va efectuando lentamente, primero de las extremidades, pies y piernas, manos y brazos, y luego de la cabeza y la parte baja del tronco, hacia el centro del cuerpo, lo que es el plexo solar y el centro de energía umbilical. Una vez que las energías se han concentrado en esta zona central, empieza la salida de la energía espiritual, que sale lentamente por la zona del centro umbilical, y cuando está totalmente fuera, aún mantiene un cordón energético que lo une a su materia.
El Ser de Luz (es un Ser sin cuerpo físico del 5º Plano Evolutivo*) es quién tiene la responsabilidad de cortar el cordón energético. Una fuerte descarga energética será lo que cortará el cordón de energía y la muerte real se habrá producido. Ya no podrá darse la «resurrección». la vida física empieza y termina a través del centro de energía umbilical o cordón umbilical.
Un cuerpo físico es personal, exclusivo del Ser que ha trabajado en ajustarlo a su forma. Es absolutamente imposible que se produzcan sustituciones de Seres Espirituales en un cuerpo físico, que se «ceda» el cuerpo físico a otra entidad espiritual o que una entidad espiritual pueda apropiarse de un cuerpo físico y expulsar a su poseedor. Una envoltura física es tan personalizada, por el trabajo de acomodación que ha hecho el Ser Espiritual, que no sería útil ni servible para otro Ser.
Una vez que El Ser de Luz ha producido el impacto energético con el que se ha roto toda relación con el cuerpo físico, es imposible una nueva introducción del Ser Espiritual dentro del cuerpo físico. Cuando se ha roto el lazo de unión entre las dos naturalezas y se han separado las dos energías, las células del cuerpo físico empiezan su proceso de desintegración y descomposición.
Debemos entender que el desencarnar marca el fin de un trabajo, el término de un programa de acción, porque cada materia o envoltura física está pensada, programada y dispuesta para que sea utilizada por un Ser Espiritual concreto y que nadie más podrá utilizar.
No existen encarnaciones que puedan producirse al margen de la Ley (Divina). No tiene ninguna veracidad, ni es real, que Seres Espirituales o encarnados puedan realizar experimentos genéticos con Seres humanos, los «deporten» de un lugar del Cosmos a la Tierra, los destierren y los traten como conejillos de indias.
2-Prueba o Tránsito
El acto de desencarnar puede ser una prueba o bien un tránsito sin más.
Constituirá un simple tránsito, cuando en este momento no se halle contenida ninguna lección a aprender. Aunque el desencarnar no tenga ninguna lección y sea un simple tránsito, siempre produce un cierto trastorno y desorientación.
Esto lo comprendemos si pensamos que el Ser Espiritual está habituado a ver y relacionarse con su entorno físico a través de un filtro, de una reducción vibratoria, de una barrera que es su materia, y que al salir de ella se mueve como en un estado de sueño o sopor y lo hace actuar como si aún estuviera en el mundo material.
Esta desorientación o trastorno habitual en todos los Seres, puede durar desde unos instantes hasta un tiempo ilimitado, cuando ahí se encuentra una lección a aprender.